El ser humano fue creado por Dios para vivir y dialogar con él. Por ser hecho a su imagen y semejanza, tiene todas las capacidades no para convertirse en Dios, sino para reproducir esa imagen en todo lo que haga y en cualquier lugar donde se encuentre. Por amor Dios se escogió así mismo para crearlo, y como somos imagen y semejanza de Dios estamos creados para amar.
Cuando el ser humano no ama, pierde su capacidad de socializar, de modo que en vez de ver hermanos a su alrededor, ve obstáculos que debe quitar de su paso a como de lugar; ya sea por soberbia o por envidia, como le sucedió a Caín que mató a su hermano Abel por soberbia y envidia.
En el libro del Éxodo, Dios mandó los 10 mandamientos en las tablas de la ley, y uno de los mandamientos es “no matarás” Ex 20,15. Dios quiere que la vida sea respetada en todos sus niveles y circunstancias. Por eso no debemos permitir que este mandamiento se ignore, con el pretexto de una supuesta “salud reproductiva “, que lo único que genera es daños irreparables en las mujeres que se dejan engañar y que, incluso su vida está en peligro con ese tipo de prácticas inhumanas.
Como cristianos, debemos rechazar toda ley que ponga el peligro a los más indefensos, en este caso millones de niños que tienen derecho a la vida, a tener un futuro y a forjar una sociedad más próspera y cristiana. No permitan que usen tus impuestos para seguir matando a los futuros profesionistas, futuros gobernantes o futuros líderes religiosos y ciudadanos comprometidos con su sociedad. Di no a la proposición 1.
