In these times when the Lord has allowed us to be together again celebrating the Eucharist, we must consider some things that we must take advantage of to start working. What is my goal at this stage when attending mass? How can I be a better person? Have I learned the lesson after three months of confinement? Have I confessed to receive the Eucharist?
Many people experienced emotional destabilization, the result of various things in the last three months, stress from unemployment, payment for services such as telephone, gas, electricity, etc. The need for food, medicine, gasoline, in short, all activities had been suspended, children at home every day, online classes, whether or not these classes were used, etc. Adding the fear of contagion, relatives or sick acquaintances. All the elements that affect the stability of the human being before an experience never before lived in the history of humanity.
These times are to invest in the spiritual, we must take advantage of the fact that in some parishes they are confessing to receive the Eucharist in a worthy way, there is an urgent detoxification of the mundane to make way for the sacred. It is necessary to look for what is going to make us happy and not only what gives us security, look for what is going to configure us as true children of God, strengthen dialogue with the family, review mistakes to learn from them, and begin to discard what produces our ego to conquer us. Seek the things of heaven: Col 3: 1-2; Mt 6.33; Flp 4.8; Eph 1.3.
The human being is created to live with and dialogue with God and must protect his spiritual heritage to be able to resist the bad days Eph 6,13, learn from the mistakes of the past so as not to repeat them again and be a servant of the Lord who is attentive to the needs of others. We are threatened with a new closure of churches and businesses, as in the case of Costa Rica, where there were new outbreaks and they decided to return to quarantine and suspend everything. That is why we ask for obedience and readiness to the rules of the Churches and hygiene establishments (apply antibacterial gel, disinfecting spray, use of face masks, etc.), to avoid a resurgence of the pandemic. Saint Joseph, pray for us. Bye chaus.
Reapertura las Iglesias en Estados Unidos Parte II.
En estos tiempos en el que el Señor nos ha permitido estar nuevamente juntos celebrando la Eucaristía, debemos considerar algunas cosas que debemos aprovechar para comenzar a trabajar. ¿Cuál es mi objetivo en esta etapa al asistir a misa? ¿Cómo puedo ser una mejor persona? ¿He aprendido la lección después de tres meses de encierro? ¿Me he confesado para recibir la Eucaristía?
Muchas personas experimentaron una desestabilización emocional, resultado de varias cosas en estos últimos tres meses, estrés por el desempleo, el pago de los servicios como el teléfono, gas, luz, etc. La necesidad de alimentos, medicinas, gasolinas, en fin, todas la actividades se habían suspendido, los niños en la casa todos el día, clases online, si se aprovechó o no se aprovechó dichas clases, etc. Agregando el miedo al contagio, familiares o conocidos enfermos. Todos los elementos que afectan la estabilidad del ser humano ante una experiencia nunca antes vivida en la historia de la humanidad.
Estos tiempos son para invertir en lo espiritual, debemos aprovechar que en algunas parroquias están confesando para recibir de manera digna la Eucaristía, es urgente una desintoxicación de lo mundano para dar paso a lo sagrado. Es necesario buscar lo que nos va a hacer felices y no sólo lo que nos de seguridad, buscarlo que nos va a configurar como verdaderos hijos de Dios, afianzar el diálogo con la familia, revisar los errores para aprender de ellos, y comenzar a desechar lo que produce que el egoísmo se apodere de nosotros. Buscar las cosas del cielo: Col 3, 1-2; Mt 6,33; Flp 4,8; Ef 1,3.
El ser humano está creado para vivir con Dios y dialogar con él y debe proteger su patrimonio espiritual para poder resistir los días malos Ef 6,13, aprender de los errores del pasado para no volver a repetirlos y ser un servidor del Señor que esté atento a las necesidades del prójimo. Tenemos la amenaza de un nuevo cierre de iglesias y de negocios, como en el caso de Costa Rica, donde hubo nuevos brotes y decidieron volver a la cuarentena y a suspender todo. Por eso les pedimos obediencia y disposición a las reglas de las Iglesias y establecimientos de higiene (aplicarse gel antibacterial, spray desinfectante, uso de mascarillas faciales, etc), para evitar un resurgimiento de la pandemia. San José, ruega por nosotros. Bye chaus.
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