top of page
Writer's pictureFather Martin

The human being is by nature adaptable and perfectible

From the Latin adapt, which means to adjust one thing to another; and perfectio (per which means: through, completely; facere, which means: to do and the suffix tion, which means: action and effect). In a few words, perfection means, action and effect of leaving something completely done and finished, to rework.

These qualities possess all human beings, we can see humans living in extreme climates, such as in Oimiakon, Siberia where the temperature has reached - 100.12 ° F, or as in the city of Qatar, in the Middle East where the temperature is 122 ° F, or 152 ° F in some places in the United States and Mexico. These people are not humanoid to withstand such aggressive conditions. They are people who, over time, managed to adapt to the conditions. We see the city of Vegas, that out of nowhere, an economic and tourist empire arose, and many other places in the world where humans have learned new survival techniques. It has acquired new perfections.

Before the new changes that are happening in our church, of remaining closed again, or of celebrating outside the church, it is necessary to make some adaptations to the liturgical celebration, in the way of living together, while an effective vaccine is found to be able to carry out activities in a normal way. Since we came into this world we have had to adapt to different ways of life. In the womb, we lived 9 months surrounded by the amniotic fluid and we did not drown, but we had to adapt at birth, because our respiratory system was going to start breathing and it was not convenient to stay in our mother's womb, due to the danger of drowning.

We had to learn to read, write, do mathematical operations, to develop some skill, we learned to work, and to face different challenges that life itself has: the loss of a loved one, an illness, emigrating to another country, leaving the family, learn another language etc. By nature, we are perfectible and adaptable, nobody is exempt from acquiring a new perfection. Sacred Scripture confirms this for us: Mt 5.48; Eph 4:13; Flp 3:12; Salm 19.7; 2Cor 12:9; Salm 119.6; 1Pe 5:10. Let's not confuse adaptation with resignation. They are two very different things. But we will see that in the next newsletter. Bye chaus…



El ser humano es por naturaleza adaptable y perfectible

Del latín adaptare, que significa ajustar una cosa a otra; y perfectio (per que significa: a través de, por completo; facere, que significa: hacer y el sufijo ción, que significa: acción y efecto). En pocas palabras, perfección significa, acción y efecto de dejar algo completamente hecho y acabado, relaborar.

Estas cualidades poseen todos los seres humanos, podemos ver humanos que viven en climas extremos, como en Oimiakon, Siberia en donde la temperatura ha alcanzado – 100.12°F, o como en la cuidad de Katar, en medio Oriente donde la temperatura es de 122°F, o 152°F en algunos lugares de Estados Unidos y México. Estas personas no son humanoides para soportar esas condiciones tan agresivas. Son personas que, a través del tiempo, lograron adaptarse a las condiciones. Vemos la ciudad de la Vegas, que de la nada, surgió un imperio económico y de turismo, y muchos otros lugares en el mundo donde el ser humano ha aprendido nuevas técnicas de supervivencia. Ha adquirido nuevas perfecciones.

Ante los nuevos cambios que están sucediendo en nuestra iglesia, de permanecer cerradas nuevamente p, o de celebrar fuera de la iglesia, es necesario hacer unas adaptaciones a la celebración litúrgica, en el modo de convivir, mientras se encuentra una vacuna efectiva para poder realizar las actividades de manera normal. Desde que llegamos a este mundo hemos tenido que adaptarnos a diferentes formas de vida. En el vientre materno, vivimos 9 meses rodeados del líquido amniótico y no nos ahogamos, pero tuvimos de adaptarnos al nacer, porque nuestro sistema respiratorio iba a comenzar a respirar y no era conveniente permanecer en el vientre de nuestra madre, por el peligro de ahogarnos.

Tuvimos que aprender a leer, escribir, hacer operaciones matemáticas, a desarrollar alguna habilidad, aprendimos a trabajar, y a enfrentar diferentes retos que la vida misma tiene: la pérdida de un ser querido, una enfermedad, emigrar a otro país, dejar la familia, aprender otro idioma etc. Por naturaleza somos perfectibles y adaptables, nadie está exento de adquirir una nueva perfección. La Sagrada Escritura nos lo confirma: Mt 5,48; Ef 4,13; Flp 3,12; Salm 19,7; 2Cor 12,9; Salm 119,6; 1Pe 5,10. No confundamos adaptación con resignación. Son dos cosas muy diferentes. Pero lo veremos en el próximo boletín. Bye chaus…

170 views0 comments

Recent Posts

See All

Comments


bottom of page